Porque no todo en la villa son restaurantes de mantel blanco y precios elevados. Por suerte, hay lugares con onda, ricos y accesibles.

Algunos de nuestros favoritos:

  • El Mercado: picadas, empanadas y cerveza tirada con vista al cerro.

  • La Crepe: ideal para almorzar algo liviano o tomar una merienda.

  • La Locanda: Bodegón excelente, platos generosos.

  • Café Antibes: cafecito y medialunas caseras en un rinconcito tranqui.

  • Ruta 40: En pleno centro, con buenas ofertas gastronómicas y cocina que cierra tarde.
  • Lo de Jorgito y Cascara roja: Comida para llevar, te salva y esta buenísima.

Todos son lugares que nosotros mismos visitamos. Porque también salimos, también caminamos, y también buscamos comer rico sin romper la tarjeta.